Calor dentro y fuera de los trajes. La iluminación de las calles no perdona. En el público alguien suspira que este año hace más calor que el anterior. Ni siquiera es una queja. Es lo que hay. Vamos vestidos de «blau i blanc», como el pasodoble de José Torregrosa, soplando el instrumento, llevando el paso y con ganas de llegar al final. Detrás o delante de nosotros, los festeros, también rodeados y embutidos en calor, hacen lo propio: vestidos con trajes pesadísimos, llevando el paso de la marcha cristiana o mora y sonriendo a diestro y siniestro, alzando los brazos o levantando la espada al compás de los aplausos.
Somos nosotros, los músicos, los que ayudamos a sostener el peso de las fiestas de moros y cristianos. El año pasado lo pudimos comprobar con la renovada entrada de bandas, que culminó con el pasodoble Novelda dirigido por Juan Francisco Sellés Muñoz en la plaza Santa Teresa de Jornet.
Durante los desfiles o las entraetas, los festeros disfrutan al son de la música y, personalmente, disfruto con eso, con la diversión ajena, viendo cómo la gente se lo pasa bien y se divierte con algo que yo estoy haciendo. Eso es lo que realmente importa. Eso es lo que no deberíamos olvidar nunca. Eso e intentar que cada año la fiesta de los Moros y Cristianos vaya a más y a mejor.
En primer lugar, con los festeros, lógicamente (sin ellos se acabaría la Fiesta, no pasemos por alto ese detalle), fomentando que se apunten más y más personas,filàs enteras de gente joven que aseguren el futuro de nuestras fiestas. Y, en segundo lugar, con los músicos (sin ellos tampoco habría Fiesta; lo sé, es el pez que se muerde la cola), fomentando como se viene haciendo en los últimos años la composición de obras (pasodobles festeros, marchas cristianas y marchas moras) destinadas a filàs y comparsas de nuestra ciudad. Este no es lugar para elaborar una lista de piezas dedicadas (que podría hacerse, claro está); para eso tenemos El so de Novelda I y II, los dos discos editados por la Federación de Comparsas de Moros y Cristianos de Novelda, el primero grabado por la Sociedad Musical «Santa María Magdalena» y el segundo por la Unión Musical «La Artística».
Lo que hay que reseñar, y es lo que realmente tenemos que fomentar y apoyar, es que los autores locales contemporáneos continúen animándose a componer piezas de música festera dedicadas y dirigidas a comparsas y filàs de nuestro pueblo. Y ahí ya tenemos muchos ejemplos, como pueden ser Juan Francisco Sellés conMozárabes de Novelda, Óscar Navarro con Filà «La Polseguera», Demóstenes Abad con Caballeros de Novelda o un servidor con el pasodoble festero des-filà y la pendiente de estreno Baixen els Desbaratats.
Somos nosotros los que tenemos que ponerle la banda sonora a nuestras fiestas. Y transmitir esas notas al sentir local durante los desfiles, para conseguir que al paso de las bandas por tribuna toda Novelda vibre al mismo tiempo.