Hace casi cuatro años, cuando el Alcalde de Novelda, Mariano Beltrá, tuvo a bien encomendarme la tarea de dirigir, entre otras, la Concejalía de Turismo, de inmediato se mostraron ante mí una serie de caminos y posibilidades. Todo ello conformaba un plan, para nada cortoplacista, una serie de intenciones que han venido cumpliéndose con creces desde aquel 2007.
Decíamos desde el PSOE en el programa electoral con que nos presentábamos a las elecciones municipales que adecuaríamos y reformularíamos las actividades realizadas desde Turismo. Todos saben lo que nos encontramos: gastos innecesarios y elevadísimos en ferias, material promocional de alto coste, regalos a concejales por Navidad… A primera vista, era muy sencillo cambiar todo eso. Sin embargo, no solo se trataba de eliminar el malgasto y recuperar las formas; había que tener un plan. Y así venimos desarrollando distintas actuaciones que ponen en valor nuestro patrimonio y nuestra cultura, aquello que ya estaba ahí y estará por siempre (nuestro modernismo, nuestras Fiestas, nuestra Semana Santa, el Castillo de la Mola, el Casino, la iglesia de San Pedro…), ayudándonos de una espléndida gastronomía que hemos puesto en valor con las Jornadas Gastronómicas o el Trofeo de Cocina con Azafrán, junto a otras actuaciones más populares como la Ruta del Tapeo, la campaña Cómete Novelda o el Mes Dolç, sin olvidar aquellas actividades realizadas por Turismo con calado social, como son la Festa del Xanxullo o la Fira del Raïm, eventos lúdicos que cada año reúnen a más personas y cuya recaudación ha ido íntegramente destinada a la Cruz Roja, la Asociación de Fibromialgia, la del Parkinson o la del Alzheimer. Toda ayuda es poca, claro está, pero como decimos aquí: «Tota pedra fa pared».
Todas nuestras actuaciones repercuten directamente en los pequeños y medianos empresarios noveldenses del sector hostelero. Debemos seguir en esa línea, creyendo en el turismo, no como alternativa a la cultura o enmarcado dentro de ella (como expuso el Partido Popular en una moción llevada a Pleno) sino como lo que es: un factor de impulso económico. Así se ubica dentro del organigrama del Ayuntamiento, junto a Empleo, Comercio e Industria.
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. No podemos conformarnos con lo ya logrado. Por fortuna algunos de los planes de inversión fomentados por el Gobierno de España beneficiarán, al turismo. Sin ir más lejos, el órgano de piedra abre un abanico de posibilidades inmensas (conciertos, conferencias, seminarios…) que seguro atraerá, si lo sabemos hacer bien, a miles de personas hacia un elemento único en el mundo. Eso se podrá compaginar con visitas guiadas, promoción del comercio y la hostelería, estancias más largas, etc. Igualmente, el albergue situado en el antiguo convento de La Mola también dará posibilidad a más alojamientos en un entorno único y singular, algo de lo que se beneficiará toda la ciudad.
Sin lugar a dudas, el turismo lo englobará todo, y así hemos de entenderlo. Ya hemos creado iniciativas que están atrayendo más turistas, además de fomentar el consumo en los establecimientos de nuestro municipio. Poco a poco tenemos que conseguir que ese turista de un día pernocte en nuestra ciudad o que vengan grupos de turistas traídos en autobuses desde la playa o desde los cruceros que atracan en Alicante. Para ello también hemos de cuidar su estancia, planificar su visita y dejarle siempre algo que enseñar; así lograremos que vuelva.
Dice E. F. Schumacher en su recomendable, pero tristemente difícil de encontrar, ensayo Lo pequeño es hermoso: «un plan es algo esencialmente distinto a un pronóstico. Es una declaración de intención de lo que los planificadores (o sus líderes) intentan hacer. […] Es natural y deseable que todo el mundo que tenga alguna clase de poder tenga también algún tipo de plan, es decir, que use el poder deliberada y conscientemente, mirando cierta distancia adelante en el tiempo».
Desde el PSOE llevamos cuatro años poniendo en marcha una planificación en materia de turismo que ya está dando resultados: más visitantes que gastan más en Novelda, actividades que benefician a los comercios locales, adhesión a la Ruta del Vino como municipio fundador, creencia en un turismo de calidad… Pero nuestra mirada es a largo plazo.
El turismo es el futuro, decíamos hace unos años. No. El futuro es el presente. Y Novelda no puede quedarse atrás. Gestionar una concejalía no es solo gastar e invertir; consiste en sacar el máximo rendimiento y dar una utilización adecuada a todo aquello de lo que ya disponíamos pero que, normalmente, se da por amortizado. Hemos creído en las personas que forman la Oficina de Turismo, los profesionales de ese turismo de calidad que queremos para Novelda. Hemos creído en los pequeños y medianos empresarios del sector, en los hosteleros, en los comerciantes. En los vecinos y vecinas de Novelda, ya que ellos, invitando a amigos o familiares de fuera a conocer nuestra ciudad, se convierten en los primeros agentes del turismo. Pero sobre todo, hemos creído que Novelda tenía un verdadero potencial turístico.
Con nuestra labor desde las instituciones y la de todos los ciudadanos y ciudadanas de Novelda habremos de generar un movimiento que nos libere del estatismo de otras épocas. Porque Novelda remontará el vuelo, claro que sí, pero eso depende de todos y cada uno de nosotros, en algo que E. F. Schumacher llama «la idea creadora del hombre».
De esta manera, y tal vez ayudados por el turismo interior claramente diferenciado de la propuesta de sol y playa, podremos revitalizar Novelda y reinventar nuestra historia.