Hace unos días, en la primera entrega, analiza la primera tanda de propuestas de ese Plan de simplificación administrativa y de mejora de la gestión de la educación en Canarias que la consejería de Educación presentó a finales de julio.
Vuelvo a compartir el documento.
plan-de-simplificacion-administrativaEn la entrada anterior hablé de las propuestas que se referían al ámbito documental. Hoy toca analizar las del ámbito de gestión. Veamos lo que nos depara…

Algunas de estas propuestas ya se hacen, como el envío informatizado del parte de ausencias del Personal de Administración y Servicios (PAS). Otra cosa es que la sensación actual es de duplicar la tarea: se lleva a cabo el apunte de la falta en Pincel Ekade y luego, del 1 al 5 del mes siguiente, se saca el certificado por Pincel Ekade y se les manda firmado por director y secretario. ¿No podrían verlo directamente en Pincel y nos evitamos un paso? El curso 26-27 empezará el nuevo sistema Doramas (versión del aplicativo Séneca que usan en Andalucía, que han cedido gratuitamente pero costará 12 millones de euros) en Infantil-Primaria; y el curso siguiente en Secundaria-Bachillerato. Igual en Doramas ya se hace así y por ahí van los tiros de esa «centralización» que se propone. Ahora bien, ¿para cuándo los cursos de formación de la nueva plataforma? Como sean como los que hay ahora para Pincel…
El último punto, el de «aumentar los recursos personales» es un chiste de mal gusto. Hay centros directamente sin administrativos y centros donde, cuando los hay y están de baja larga, no viene nadie en meses. Esa propuesta no es que no me la crea; es que sé que, directamente, no se va a cumplir. Papel mojado desde el principio.

Todo esto huele a Doramas que tira para atrás, pero, como decía arriba, sin una formación clara, eficiente, continua y con un servicio de ayuda de telefónica para consultas y dudas que funcione de verdad (con que contesten al teléfono me sobra) no conseguiremos nada. Más papel mojado.


Vuelve a salir la simplificación del proceso de renovación del Consejo Escolar. Es necesario. El sistema actual es más tedioso que unas elecciones locales y parece que tiene ínfulas de parlamento europeo.
El siguiente punto, el del proceso de matrícula, ya se cumple, pero va por barrios (o por centros). Sería conveniente que todos los administrativos pidieran los mismos datos o que hubiera unos mínimos que cada familia, indistintamente del centro y la etapa educativa, supiera que hay que presentar.
Lo de que las salidas anticipadas, ausencias, salidas complementarias y demás vengan por plataforma electrónica y no por papel es muy bonito y queda bien, pero poco efectivo. Me he encontrado con muchos chavales (pero muchos muchísimos) que, ante la negativa o el desconocimiento de sus padres, tienen las claves de Pincel Ekade. Ahí consultan las notas y leen los comentarios de los profesores, pero ¿abrir la puerta a que sea el alumno el que pueda hacer un trámite en nombre de sus padres sin saberlo? No.
Los puntos siguientes no me gustan. Es el bloque de ayudas (comedor, libros y materiales didácticos, transporte…). Dice simplificación. No hay que simplificar nada. Es una tarea que deberían hacer las familias directamente con la administración que oferta el servicio. Los centros somos meros intermediarios y, ahora mismo, se nos obliga a ver rentas familiares (o pedirlas) o a reclamar documentación referente a servicios sociales (certificado de vulnerabilidad económica). Luego, para más inri, cuando una subvención viene rechazada, porque la rechazan desde arriba (los centros no pintamos nada y ni aprobamos ni rechazamos), vienen a quejarse a nosotros. Con malas formas, claro. Incluso con amenazas, señal de que la Ley de Autoridad Docente es más que necesaria. Reitero: no hay que simplificar. Esto debería ser como las becas de bachillerato: la familia la presenta a la administración, no al centro; y la administración responde a la familia, no a través del centro. Mal vamos si seguimos con las mismas, por mucho que se quiera simplificar.

Muchas de estas propuestas ya son una realidad. Igual que se crea una incidencia digital, se crea una incidencia de infraestructura («necesito mesas y sillas», «se me está cayendo el techo») y la respuesta es inmediata. Me temo que esto no depende de la forma de presentar la incidencia, sino de las personas que hay detrás. Actualmente, aunque presto a jubilarse, en Infraestructuras hay un funcionario eficiente que siempre está al otro lado de la línea, y en las incidencias informáticas te puedes pasar varios días viendo cómo las aulagas dan vueltas por el desierto.


Poco conozco de todos estos trámites, que se realizan principalmente desde el departamento de Orientación de los centros. Sí sé que viven saturados y que pasan horas y horas haciendo informes psicopedagógicos, tramitando las becas NEAE o preparando adaptaciones curriculares junto a los tutores. Todo lo que sea simplificar las tareas puramente administrativas para ayudar al alumnado NEAE y a sus familias, bienvenido.

Me gusta lo de informatizar la gestión de solicitar permisos y licencias. Y el resto creo que podría ir en la línea de esa nueva plataforma, Doramas. Estaría bien que, desde un mismo lugar, se pueda acceder a todo, en lugar de aterrizar en el Portal Docente de la Consejería e investigar dónde están las cosas. Uno, al final, aprende; ahora tocará volver a aprender.

Este curso actualizaron HiperReg, que es el registro con el que los centros se comunican con la administración y viceversa. Antes funcionaba. Ahora el diseño es mucho más moderno, pero para encontrar una dirección te vuelves loco y pierdes media hora. Que una de las 65 propuestas sea añadir lo que ya estaba es de traca, pero bueno; señal de que reconocen la pifia.
Y llegamos a lo que ocupa buena parte del trabajo de un secretario: la gestión económica. No sé en qué piensan cuando hablan de simplificar. Hoy en día, se presentan los presupuestos, las cuentas justificativas de cada semestre y se va tomando nota de cada apunte de entrada y salida, sea en caja o en banco. Vamos, lo que es una gestión económica. ¿Cómo vas a simplificar algo que, vale, es tedioso, pero que no deja de ser sita, caballo y rey?
Todas estas medidas las van a implementar entre el curso que viene (2025-2026) y el siguiente (2026-2027), incluyendo la llegada de Doramas y la cascada de formación que necesitamos todos: equipos directivos, profesorado, personal de administración y servicios. Y súmale la llegada de las pantallas interactivas, como las veintitantas que nos instalarán en septiembre (más pasta de la administración a entidades privadas).
Todo esto es mucho bombo y mucho plato, pero se olvidan de lo fundamental: los recursos humanos. Seguir con la bajada de ratio (obligada por el descenso de la natalidad) es fundamental para ofrecer una buena educación. U ofertar cursos de actualización didáctica en vez de los mismos cursos trimestre tras trimestre con pantallazos y tests que te sacas en una tarde y certificas 10 horas.
Veremos en qué termina todo. Cuando tengamos la nueva plataforma Doramas, y aprendamos a sacarle todo el jugo y potencial, volveremos a hablar.
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