Reseña de «Malditos ojos negros»

Se ha hecho de rogar, sobre todo por el confinamiento, pero ya tenemos en el mercado la nueva novela de Amanda Seibiel, Malditos ojos negros, publicada por la editorial Mueve tu lengua.

Al igual que las anteriores obras de la escritora gallega afincada en Alicante, el libro ya está situado en la lista de los más vendidos de El Corte Inglés y eso que supone cierto cambio de registro en la trayectoria literaria de Amanda Seibiel, algo que, desde luego, ha convencido a los seibilistas. Porque Malditos ojos negros se presenta con el sello de «mayores de 18 años» por el alto contenido erótico, pero no es esta una novela, como las anteriores, donde erotismo e intriga van de la mano y uno está al servicio de la otra y viceversa. En esta ocasión, aunque las dosis de intriga y erotismo están garantizadas, gana presencia el elemento sobrenatural, fantástico y, en ocasiones, gótico, como en las descripciones, siempre precisas, que consiguen introducirte en el ambiente con unas certeras pinceladas:

Eran los inmensos jardines. Nunca había visto nada igual. Te transportaba al siglo XVIII y parecía que, de un momento a otro, fueran a salir princesas, reyes, caballos… Me embargó una sensación de melancolía al verlo.

Página 29

Como lectores, sabemos que algo va a ocurrir, máxime porque Lina, la protagonista y narradora, es especial. Leamos lo que nos dice la sinopsis:

Lina vive en un anodino pueblo costero de España con su hermano, su perrita Nena y la visita ocasional de sus seres queridos, que se aparecen ante ella como figuras etéreas para advertirle de sucesos futuros o, simplemente, conversar. Ya se ha acostumbrado a ese tipo de apariciones. Lo lleva bien. Sin embargo, cuando a su hermano Daniel le ofrecen el trabajo de restaurar un viejo palacio cerca de Madrid, Lina va con él y, a partir de ese momento, las visiones y los sueños premonitorios se incrementan: en ellos, unos ojos negros parecen pedirle ayuda. Lina no comprende su significado. Por eso, cuando llega al misterioso pueblo, que un conde inglés ha rebautizado como Villa Fascinum, Lina tendrá que luchar contra sus propios fantasmas para descubrir la verdad y para darse cuenta de que, incluso ella, pudo enamorarse en otra vida, en esta o en ambas…

Esos sueños premonitorios se nos presentan desde las primeras páginas, porque en las novelas de Amanda Seibiel nada ocurre sin motivo y la intriga te hace volar las páginas. Y eso que son algo más de quinientas.

El «problemilla», como lo llama Lina, pronto abrirá paso a una serie de acontecimientos que se moverán en distintas épocas y que harán que la narradora viaje de un lado a otro, de un plano a otro, plasmándose en una trama que, como viene siendo habitual, discurre de forma natural, sin que el lector levante la ceja de extrañeza en ningún momento. La verosimilitud es total, algo muy de valorar, sobre todo en una historia donde lo fantástico gana protagonismo.

De igual forma, nunca es forzado el erotismo, los diálogos se leen y suenan tal como se escuchan las conversaciones reales de la mesa de al lado de la cafetería y, lo mejor, el libro se estructura en dos partes (Malditos ojos negros y Benditos ojos negros), por lo que casi tenemos dos novelas por el precio de una.

Malditos ojos negros está editado por Mueve tu Lengua y se puede comprar aquí, además de en la web de El Corte Inglés, en Amazon y en cualquier librería.

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