Orientaciones metodológicas para la clase de Lengua Castellana

Vaya por delante que este artículo tiene truco. Pero yo no haré como los magos. Aquí, al final, se desvelará la artimaña. Aunque para eso habrá que leer un poco. Empezamos.

Nadie pondrá en duda que los objetivos de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura deberían ser, en primaria y en los primeros cursos de secundaria, lograr las cuatro destrezas básicas: comprensión oral, expresión oral, comprensión lectora y expresión escrita. Como sabemos, los objetivos generales de la LOMLOE en la etapa primaria son, entre otros, «conocer y utilizar de manera apropiada la lengua castellana».

En lo que se refiere a comprensión oral, son objetivos específicos:

• Capacidad de seguir comprensivamente exposiciones orales y conversaciones o diálogos en grupo.
• Capacidad de distinguir lo esencial y lo accesorio, el fondo y la forma, el relato objetivo de hechos y la expresión de opiniones.
• Capacidad de tomar notas escritas simultáneamente a las exposiciones orales en sus aspectos esenciales.
• Capacidad de juzgar y evaluar críticamente lo que se escucha.
• Capacidad de responder a instrucciones orales de relativa complejidad.
• Actitud abierta frente a la exposición oral de los demás.

En cuanto a expresión oral:

• Capacidad de expresarse con naturalidad, correcta articulación y entonación.
• Capacidad de exponer coherentemente el propio pensamiento y experiencias personales.
• Capacidad de expresarse de modo original y estético (narración, descripción, oratoria, dramatización…).
• Capacidad de exponer de modo sintético o resumido lo escuchado o leído.
• Capacidad de utilizar el vocabulario adecuado a cada situación.
• Capacidad de participar activamente en el diálogo, en trabajos de grupo, etc.

Para ello se podrían sugerir las siguientes actividades:

• Audición de exposiciones orales (del profesor, de los demás alumnos, de otras personas, directamente y a través de medios técnicos).
• Audición de la propia expresión oral registrada y análisis consiguiente.
• Oportunidades variadas para que el alumno se ejercite en la expresión oral de modo creativo y funcional, como por ejemplo:
  • Exposición de los resultados del estudio y la reflexión
  • Descripciones y narraciones
  • Informes, anuncios, resúmenes orales con y sin ayuda de notas
  • Dar y seguir instrucciones verbales
  • Diálogos, coloquios, debates
  • Uso del teléfono
  • Entrevistas
  • Completar o inventar historietas (con y sin ayuda de grabados)
  • Dramatizaciones

Los objetivos específicos de la comprensión lectora son:

• Hábitos y destrezas para la lectura silenciosa y comprensiva a una velocidad progresiva.
• Capacidad de captar las partes en que se estructura el contenido de un texto, así como el sentido implícito que pueda tener.
• Capacidad para valorar lo leído y para diferenciar el relato objetivo de los hechos y la exposición de opiniones.
• Capacidad se servirse de las ideas adquiridas mediante la lectura.
• Capacidad de utilizar técnicas y métodos de estudio relacionados con material escrito.
• Capacidad de manejar el diccionario e interpretar símbolos, diagramas, siglas, proverbios, refranes y sentencias.
• Actitud positiva hacia la lectura (dirigida y personal) como pasatiempo y como medio de aprendizaje.

Por lo que respecta a la expresión escrita:

• Capacidad de escribir a relativa velocidad, de manera legible y con estilo personal.
• Capacidad de realizar composiciones escritas para manifestar con originalidad ideas, sentimientos y experiencias personales, así como para exponer coherentemente contenidos culturales y científicos adquiridos.
• Dominio ortográfico (equivalente al vocabulario lector de cada nivel).
• Capacidad para elaborar esquemas, síntesis y resúmenes escritos.

Y como posibles actividades tendríamos:

• Oportunidades variadas para la ejercitación de la lectura como pasatiempo y medio de aprendizaje utilizando la biblioteca de la clase o del centro:
  • Tebeos, descripciones, relatos, biografías, cuentos, leyendas, poemas infantiles y populares, canciones, adaptaciones teatrales
  • Periódicos, revistas, cartas e informes
  • Técnicas de estudio y trabajo: textos de tema geográfico, histórico, diccionarios, enciclopedias infantiles, índices, ficheros, etc.
• Oportunidades variadas para la ejercitación de la escritura:
  • Completar e inventar frases
  • Expresar las mismas ideas con palabras distintas
  • Describir, narrar y resumir por escrito
  • Redactar cartas, documentos, diarios…
  • Cumplimentar formularios, cuestionarios…
  • Resumir por escrito lo leído o escuchado
  • Escribir cuentos o historietas
  • Escribir escenas teatrales, pequeños ensayos, poemas (en la ESO)
  • Tomar apuntes, hacer fichas de trabajo y bibliográficas
• Análisis crítico se textos escritos (personales, de periódicos, anuncios, etc.)
• Comentario de textos literarios (en la ESO).
• Realizar trabajos escolares, participar en juegos y manejar aparatos siguiendo instrucciones escritas.

En cuanto a la tan denostada morfosintaxis, que solo habría que impartirse a partir de la ESO, la idea sería ir descubriendo y conociendo la estructura y las leyes básicas de la lengua e integrar esos conocimientos gramaticales en la expresión verbal, lo que se puede hacer a través de estas actividades:

• Observar grupos de palabras para inducir reglas ortográficas.
• Analizar los elementos fundamentales de la escritura (alineación, separación, puntuación…).
• Corrección de escritos propios o ajenos para identificar errores e inducir normas sintácticas.
• Comentarios de textos y análisis de las funciones gramaticales.
• Generar frases a partir de modelos dados.

Por último, los objetivos específicos de los primeros cursos de ESO relativos a la educación literaria serían:

• Capacidad de estimar y comentar los diversos valores de un texto literario.
• Conocimiento de obras y figuras fundamentales de la literatura española.

Como podemos apreciar, unos objetivos específicos claramente definidos, totalmente asumibles y alcanzables a través de unas actividades que en nada difieren a lo que se trabaja en el aula en la actualidad: medios diversos, variedad textual, trabajo individual y en grupo… Así lo leemos en el artículo 18 de la ley:

Alguno ya me habrá visto el truco. ¿Que dónde está? Pues que todo lo anterior, que perfectamente se hace en primaria o en 1.º y 2.º de ESO es lo que marcaba la Ley General de Educación 14/1970 y las orientaciones pedagógicas para la EGB aprobadas por orden de 2 de diciembre de 1970 y que se pueden leer para todas las materias aquí. Es decir, que todos esos discursos que se leen en redes sociales por boca de profesores, familias, pedagogos de la nueva ola y demás y que suponen una enmienda a la totalidad de la Ley que implantó en España la EGB, el BUP y el COU únicamente porque es una ley franquista, alegando que propicia el pensamiento único y se basa en la memoria y el estudio; todos esos discursos son, simple y llanamente, mentira. Salvo que sea una ley franquista. El dictador estaba aún vivo y coleando, pero la ley la podría haber firmado perfectamente cualquier gobierno democrático.

Como hemos leído en el área de Lengua Castellana, la Ley de 1970 se basa en lo que el alumno puede hacer, en sus capacidades para construir conocimiento a partir de lo que sabe. Hoy lo llamamos competencia lingüística.

Fue esta una ley, es de justicia reconocerlo, fundamental para la sociedad de su época y para la nuestra, ya que gran parte de los profesionales que hoy impartimos clase en colegios o institutos de toda España nos formamos bajo el paraguas de la EGB y el BUP. ¡Y menos mal!, añadiré, viendo la debacle que llevamos ley tras ley, reforma tras reforma, ocurrencia tras ocurrencia.

Una ley que nacía con ánimo de autocrítica, como vemos en su introducción:

Una reforma, aunque la inspiren muy nobles deseos, no siempre sirve para mejorar la situación existente. Y cuando se trata de reformar algo tan trascendente y delicado como la educación, todo estudio y reflexión de las nuevas medidas y orientaciones es poco.

Una ley, al contrario que la derogada LOMCE y la próximamente derogada LOMLOE, que no imponía metodología alguna:

El espíritu de la Ley no consiste, por tanto, ni en el establecimiento de un cuerpo de dogmas pedagógicos reconocidos por todos, ni en la imposición autoritaria de un determinado tipo de criterios. Lejos de ello, esta Ley está inspirada en la convicción de que todos aquellos que participan en las tareas educativas han de estar subordinados al éxito de la obra educadora, y que quienes tienen la responsabilidad de estas tareas han de tener el ánimo abierto al ensayo, a la reforma y a la colaboración, venga ésta de donde viniere.

Sobre esto, añade justo después:

La ley, fuera de las líneas básicas del sistema educativo, ha tratado de huir de todo uniformismo. La experiencia ha demostrado cuán poco eficaces son las reformas de los Centros docentes intentadas mediante una disposición general y rígida, prescribiendo planes o métodos no ensayados todavía y dirigidos a un personal docente que no esté identificado con el pensamiento del legislador, o que carece de información y medios para secundarle. La tarea de los Institutos de Ciencias de la Educación, en este sentido, será de suma importancia.

Y pide a continuación que los docentes se basen en la realidad local y regional y, en última instancia, en el alumnado, pues hay que «ofrecer a todos la igualdad de oportunidades educativas, sin más limitaciones que la de la capacidad para el estudio». Eso ya no gusta ahora, porque todo esfuerzo es malo per se, a menos que seas deportista de élite, que ahí sí que vale.

En cuanto a los profesores,

se considera fundamental la formación y perfeccionamiento continuado del profesorado, así como la dignificación social y económica de la profesión docente.

Nótese el sustantivo genérico “profesorado”

Sigue diciendo la Ley:

Para intensificar la eficacia del sistema educativo la presente Ley atiende a la revisión del contenido de la educación, orientándolo más hacia los aspectos formativos y al adiestramiento del alumno para aprender por sí mismo, que a la erudición memorística, a establecer una adecuación más estrecha entre las materias de los planes de estudio y las exigencias que plantea el mundo moderno, evitando, al propio tiempo, la ampliación creciente de los programas y previendo la introducción ponderada de nuevos métodos y técnicas de enseñanza, la cuidadosa evaluación del rendimiento escolar o la creación de servicios de orientación educativa y profesional, y la racionalización de múltiples aspectos del proceso educativo, que evitará la subordinación del mismo al éxito en los exámenes.

Aprender por sí mismo… Hoy lo llamamos aprender a aprender.

No tender a la erudición memorística… Pero se sigue diciendo la mentira de que la EGB era memoria y memoria.

Establecer conexiones entre las materias de estudio… Hoy decimos interdisciplinariedad.

Evitar la ampliación de los programas de estudio… Pero ¿la EGB no tenía muchísimos contenidos?

Introducir nuevos métodos y técnicas… Mira, tal como ahora.

Crear servicios de orientación educativa y profesional… Ya los tenemos, infradotados.

Evitar la subordinación al éxito en los exámenes… Pero ¿no dicen que solo era exámenes y más exámenes, memorísticos, claro está?

En serio, ¿la gente que critica la EGB ha leído la ley, la critica de oídas para quedar bien entre sus amigotes de la pedagogía new age o directamente tiene mala baba? Invito a leerla. Está aquí, en la página del BOE. Son solo veintidós páginas y así ponen en práctica su comprensión lectora.

En una próxima entrada analizaré, tal como ha hecho para Matemáticas el compañero Jordi Martí en su blog XarxaTIC el plan de estudios de Lengua Castellana y Literatura de BUP de la mencionada Ley 14/1970 para compararlo con el actual de la LOMLOE en los mismos cursos.