Vaya por delante que este artículo tiene truco. Pero yo no haré como los magos. Aquí, al final, se desvelará la artimaña. Aunque para eso habrá que leer un poco. Empezamos. Nadie pondrá en duda que los objetivos de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura deberían ser, en primaria y en los primeros cursos de secundaria, lograr las cuatro destrezas básicas: comprensión oral, expresión oral, comprensión lectora y expresión escrita. Como sabemos, los objetivos generales de la LOMLOE
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Ayer tuvo lugar en cincuenta centros de toda España (unos dos mil alumnos implicados) la prueba piloto de la nueva selectividad. Se examinaron de Lengua Castellana, Historia de la Filosofía, Inglés y Matemáticas. Ya hablé el pasado verano sobre lo que pretendía el gobierno con el acceso a la universidad —finalmente, se desechó esa prueba de madurez que no gustaba a nadie— y hoy toca analizar el examen de Lengua Castellana y Literatura. La gran novedad es esos quince
Hace unos meses ya escribí en este mismo blog mis opiniones acerca de la asignatura de la Lengua Castellana y Literatura cuando se publicó en el BOE la ordenación del currículo de secundaria. A finales de julio (¡por fin!), al límite del comienzo de las vacaciones del profesorado, la conserjería de Educación de Canarias tuvo a bien publicar la concreción del currículo (aún en borrador) de las asignaturas de ESO y bachillerato. Aprovechando las vacaciones (mal hecho por mi
La LOMLOE, en su ordenación de la etapa secundaria, define saberes básicos como los «conocimientos, destrezas y actitudes que constituyen los contenidos propios de una materia o ámbito cuyo aprendizaje es necesario para la adquisición de las competencias específicas». Es una contradicción, porque un conocimiento básico debería servir de base sobre la que seguir construyendo, pero la definición incluye «contenido propio», así que, para la nueva ley de educación (octava con siete presidentes del Gobierno) ese saber básico es,
Esta es la introducción de mi ensayo Quintiliano, el pedagogo. Didáctica para profesores modernos, que en la actualidad se encuentra en preventa en el siguiente enlace: Desde ya te lo digo. O, más bien, te lo advierto. Y empiezo por blandir un argumento de autoridad: «En ninguna materia puede aspirarse a la perfección, sino pasando por los principios». Es obvio que, para llegar a 100 km/h, primero hay que arrancar el coche. Tardará más o menos tiempo en alcanzar
Ya me había llegado en forma de correo electrónico, de esos que igual te dicen que tienes miles de dólares en bitcoins por cobrar o en los que te pide ayuda un príncipe nigeriano para cobrar una herencia. El mensaje lleva dando tumbos por la red desde hace años (para ser que más de diez), pero ahora se ha actualizado y se ha convertido en un hilo de Twitter. Seguramente usted lo habrá leído, si es que no se
Desde 2002, hoy, 17 de julio, es el Día Mundial del Emoji. La razón es simple: si uno va a cualquier teclado y pulsa en la lista de emojis, el calendario está parado eternamente en el 17 de julio. Sería interesante averiguar el porqué. De momento, y descartado el día de su cumpleaños, quiero pensar que es la fecha en la que Shigetaka Kurita, el diseñador japonés al que se le atribuye la creación en 1999 de los primeros
Aristóteles ya hablaba en su Poética de la verosimilitud. Como el griego escribió ese pequeño manual hace dos mil cuatrocientos años, pueden imaginarse cuántos han sido los que han glosado, (mal)interpretado, criticado, comentado y justificado sus palabras. Si nos vamos al original, pasado por el filtro de la traducción (y en las traducciones de los clásicos todos sabemos que hay mil versiones y mil y una posibilidades, y sobre ello se puede leer la introducción que del Arte poética
Hubo un tiempo en el que, para que a cualquier hijo de vecino con ínfulas de grandeza se le quisiera tomar en serio, debía salpicar sus escritos con alguna palabra en francés. Y más si eran textos académicos o pretendidamente académicos. El súmmum venía, sin que valga la redundancia, cuando aparecía alguna palabra en latín. Un per se a tiempo, un motu proprio bien colocado y un sine qua non preciso sumaba puntos en la escala de la huera